Bajo la almohada de mi cama, aquella vez no dejaba de pensar en los momentos que iría a descubrir con un viaje programado por química, en esos momentos me asignaron al lado de dos jóvenes su nombres eran Aura y Natalia, al mismo tiempo las compartía con dos compañeros los cuales eran José y Camilo y como siempre el joven problemático de la clase de química, en cada clase se armaba la guerra de Troya con el profesor, pero la culpa nunca fue de los dos, siempre llegaban a un acuerdo.
En los momentos de alistamiento se buscó un gran surtidor y que más interesante que la gran súper tienda amarilla recientemente abierta, muslos de pollos y especies de guisantes fueron acompañados de gaseosa rosada, el dinero, pues hacia parte de las preferencias que íbamos a degustar así que fue lo de menos importancia, lo que si apremio fue la factura total, pero bueno endeudados quedamos en aquel gran lugar bolsillos rotos encontramos y el encargo encomendarlo pues era lo único que satisfacía esa necesidad, cae la tarde y aquella noche me sentía tan fascinado por saber que iría hacer y el pensamiento no me dejaba dormir, en uno de ellos me fijaba en que lograr hacer para acercarme aquella mujer, a quien mis latidos reaccionaban con su ser.
Fue entonces cuando pasaron las horas y la madrugada me cogió con ojos hinchados un leve aguacero me desanimo pensando que se cancelaria el viaje, pero de a mucho cogí mi bolso repleto de mecatos y bajo la lluvia corría hasta la casa de la abuela aquella vez mi tío se brindó para prestarme una hamaca, hamaca que no volvería hacer la misma claro está, el tiempo avanzaba y me preguntaba ¡me dejaron, marica me dejaron¡ entusiasmado aunque cansado llegue a las puertas del colegio, bajo la sombra de aquel gran árbol se encontraban los chicos, me dije; he qué bueno no se fueron sin mí, aunque la decisión estaba a punto de cancelarse, fue que los aventureros exclamaron; que de nada valía a verse mojado, volviendo el entusiasmo el profesor de gafas, retoma el viaje partiendo a las 8, dos horas después, que lenteja!. Pasando los minutos el recorrido era agobiante, tirándoselas de caballero aquel joven tira en su hombre 3 mochilas más, como el peso de su mama, aunque su cansancio era fuerte se negó a quitárselas pasan los minutos, y se siente rengo, en su caminar, se cortó con las finas láminas de las platas de humedales, cuando se vio las manos pensó, ¡el fanatismo me mata!, al terminar de revisarse y en su adelanto del grupo noto un quiebra pata pero no paso, decide descansar en aquel lugar y espera que el profesor llegue, cuando se acerca pregunta; Profe, donde es rio viejo?, sonriente el profesor echa una carcajada y le dice; estas en rio viejo no ves las chozas; avergonzado decide seguir pero con el grupo, al pasar el quiebra pata siente que el aire esta pesado, se respira poco y presiente que allí practicaban algo, fue entonces cuando los habitantes de aquella zona vieron esa multitud de aprendices y se preguntan, que los lleva hasta allá!, el profesor placida mente se acerca y dice; es un día de campo venimos a integrarnos con los jóvenes de aquí, al escuchar ello los jóvenes de ese lugar ayudan a nuestras compañeras, indicaron el camino y armaron el campamento, fue entonces donde ubique dos árboles cerca al rio y decido guindar mi hamaca, pero no llevaba cuerdas, al ver esto pensé en ingeniar con cuerdas de bejuco, las cuerdas de la hamaca y resulto aunque uno de esos jóvenes se molestó y expreso que no.
La animación fue decayendo, el barro lo tenía pegado hasta en los cachetes, aquella lluvia había mojado cualquier árbol y lo más sospechoso era la actitud de él con aquel joven, puesto que al volver a la aldea a buscar leña y agua, fue acompañado de Cheche, la joven que le gustaba pero que este nunca le decía de frente, en ese momento aquel joven se acerca y se la lleva puesto que estaba saltando agua del pozo no le dio tiempo de alcanzarla, y al ver simplemente se retira por el lodazal, al tiempo vuelve a ver y se acerca con él, en sus manos traía leña, él enojado decide no hablar.
Cuando al momento ella, expresa compartir esa leña con el equipo, al verla de nuevo se animó, su campamento era al lado, ellos tenían ladrillos y leña, nosotros palos mojados, cuando de repente se coge un palo y se parte en tres tomándose como base para montar el fogón fue entonces así como se logró cocinar toda aquella mercancía que se había comprado, mujeres en la cocina y hombres al deporte, simplemente me quede en la hamaca mientras veía jugar, en el momento ella apareció y dijo si podía montarse, con cara fría le dije que sí y por dentro estaba de risa asechadora, fue entonces donde compartimos cosas, hablamos de momentos y de gustos, me sentía tan emocionado que nada esperaba lo más lindo, hasta que de pronto se escucha un estruendo y con la montada de otra compañera la hamaca cae al suelo y con ella mis huesos, fue entonces donde el momento se espumo y se volvió a guindar pero ya no había bejuco así que solo se podía montar uno, simplemente se montó Aura y mi cara se espumo, al pasar de las horas me encante de aquellas palabras y ese abrazo que nos dimos que me quite la sudadera y en calzoncillo americano anduve, de carpa en carpa intercambiando comida, el arroz de pollo que hicimos fue estupendo pero Camilo se le olvido de echarle agua y el solo con las gaseosas andaba por eso quedo falto de agua, pero bueno, esas mujeres sabían cocinar, en un campamento aprobé la famosa salchipapa y como que no le gustaron y vea barriguita para que te tengo, fue entonces que vi a todos disfrutar, pero al finalizar vi el campamento al lado mío y la vi a ella, aún no habían terminado de cocinar, fue spaguetti aunque también vi pechuga, sé que algo fallo que no se degusto a la maravilla pero que se comió ni pensarlo es que con esa hambre quien no come, la situación se volvió más chistosa al momento en que andaba corriendo en calzoncillo por el balón cabe decir que el bóxer estaba roto pero eso no se cuenta.
Momentos inolvidables pase pero como todo lo bueno dura poco, la caída del atardecer decía que era hora de irnos, se dio la orden de empacar y retomar el viaje decidí seguir así y las mohosas no me dejaban tranquilo aunque me las aguante, fue entonces cuando veníamos en conjunto y me adelante había quedado con hambre al igual que Camilo nos comimos la ración que Aura había guardado para su madre, eso fue de pelos, mientras que diosa hacia lo mismo, la salsa se fue, el color también y nada que no se comiese se dejó de ingerir fue aquella tarde que los ánimos se sentían gozosos en el caminar no sentía cansancio, cuando me adelanto espero a la niña con quien hable para despedirme pero resulta que al llegar al pueblo habíamos tomado caminos diferentes, esa tarde me mordía la lengua por afanoso, pero el castigo lo recibí al ver que la ración de aquella madre no apareció.
Cava en mano y pies en los suelos que corrían sin decir adiós, Fue la mañana y la tarde de aquella gran travesía la que viví yo...
En los momentos de alistamiento se buscó un gran surtidor y que más interesante que la gran súper tienda amarilla recientemente abierta, muslos de pollos y especies de guisantes fueron acompañados de gaseosa rosada, el dinero, pues hacia parte de las preferencias que íbamos a degustar así que fue lo de menos importancia, lo que si apremio fue la factura total, pero bueno endeudados quedamos en aquel gran lugar bolsillos rotos encontramos y el encargo encomendarlo pues era lo único que satisfacía esa necesidad, cae la tarde y aquella noche me sentía tan fascinado por saber que iría hacer y el pensamiento no me dejaba dormir, en uno de ellos me fijaba en que lograr hacer para acercarme aquella mujer, a quien mis latidos reaccionaban con su ser.
Fue entonces cuando pasaron las horas y la madrugada me cogió con ojos hinchados un leve aguacero me desanimo pensando que se cancelaria el viaje, pero de a mucho cogí mi bolso repleto de mecatos y bajo la lluvia corría hasta la casa de la abuela aquella vez mi tío se brindó para prestarme una hamaca, hamaca que no volvería hacer la misma claro está, el tiempo avanzaba y me preguntaba ¡me dejaron, marica me dejaron¡ entusiasmado aunque cansado llegue a las puertas del colegio, bajo la sombra de aquel gran árbol se encontraban los chicos, me dije; he qué bueno no se fueron sin mí, aunque la decisión estaba a punto de cancelarse, fue que los aventureros exclamaron; que de nada valía a verse mojado, volviendo el entusiasmo el profesor de gafas, retoma el viaje partiendo a las 8, dos horas después, que lenteja!. Pasando los minutos el recorrido era agobiante, tirándoselas de caballero aquel joven tira en su hombre 3 mochilas más, como el peso de su mama, aunque su cansancio era fuerte se negó a quitárselas pasan los minutos, y se siente rengo, en su caminar, se cortó con las finas láminas de las platas de humedales, cuando se vio las manos pensó, ¡el fanatismo me mata!, al terminar de revisarse y en su adelanto del grupo noto un quiebra pata pero no paso, decide descansar en aquel lugar y espera que el profesor llegue, cuando se acerca pregunta; Profe, donde es rio viejo?, sonriente el profesor echa una carcajada y le dice; estas en rio viejo no ves las chozas; avergonzado decide seguir pero con el grupo, al pasar el quiebra pata siente que el aire esta pesado, se respira poco y presiente que allí practicaban algo, fue entonces cuando los habitantes de aquella zona vieron esa multitud de aprendices y se preguntan, que los lleva hasta allá!, el profesor placida mente se acerca y dice; es un día de campo venimos a integrarnos con los jóvenes de aquí, al escuchar ello los jóvenes de ese lugar ayudan a nuestras compañeras, indicaron el camino y armaron el campamento, fue entonces donde ubique dos árboles cerca al rio y decido guindar mi hamaca, pero no llevaba cuerdas, al ver esto pensé en ingeniar con cuerdas de bejuco, las cuerdas de la hamaca y resulto aunque uno de esos jóvenes se molestó y expreso que no.
La animación fue decayendo, el barro lo tenía pegado hasta en los cachetes, aquella lluvia había mojado cualquier árbol y lo más sospechoso era la actitud de él con aquel joven, puesto que al volver a la aldea a buscar leña y agua, fue acompañado de Cheche, la joven que le gustaba pero que este nunca le decía de frente, en ese momento aquel joven se acerca y se la lleva puesto que estaba saltando agua del pozo no le dio tiempo de alcanzarla, y al ver simplemente se retira por el lodazal, al tiempo vuelve a ver y se acerca con él, en sus manos traía leña, él enojado decide no hablar.
Cuando al momento ella, expresa compartir esa leña con el equipo, al verla de nuevo se animó, su campamento era al lado, ellos tenían ladrillos y leña, nosotros palos mojados, cuando de repente se coge un palo y se parte en tres tomándose como base para montar el fogón fue entonces así como se logró cocinar toda aquella mercancía que se había comprado, mujeres en la cocina y hombres al deporte, simplemente me quede en la hamaca mientras veía jugar, en el momento ella apareció y dijo si podía montarse, con cara fría le dije que sí y por dentro estaba de risa asechadora, fue entonces donde compartimos cosas, hablamos de momentos y de gustos, me sentía tan emocionado que nada esperaba lo más lindo, hasta que de pronto se escucha un estruendo y con la montada de otra compañera la hamaca cae al suelo y con ella mis huesos, fue entonces donde el momento se espumo y se volvió a guindar pero ya no había bejuco así que solo se podía montar uno, simplemente se montó Aura y mi cara se espumo, al pasar de las horas me encante de aquellas palabras y ese abrazo que nos dimos que me quite la sudadera y en calzoncillo americano anduve, de carpa en carpa intercambiando comida, el arroz de pollo que hicimos fue estupendo pero Camilo se le olvido de echarle agua y el solo con las gaseosas andaba por eso quedo falto de agua, pero bueno, esas mujeres sabían cocinar, en un campamento aprobé la famosa salchipapa y como que no le gustaron y vea barriguita para que te tengo, fue entonces que vi a todos disfrutar, pero al finalizar vi el campamento al lado mío y la vi a ella, aún no habían terminado de cocinar, fue spaguetti aunque también vi pechuga, sé que algo fallo que no se degusto a la maravilla pero que se comió ni pensarlo es que con esa hambre quien no come, la situación se volvió más chistosa al momento en que andaba corriendo en calzoncillo por el balón cabe decir que el bóxer estaba roto pero eso no se cuenta.
Momentos inolvidables pase pero como todo lo bueno dura poco, la caída del atardecer decía que era hora de irnos, se dio la orden de empacar y retomar el viaje decidí seguir así y las mohosas no me dejaban tranquilo aunque me las aguante, fue entonces cuando veníamos en conjunto y me adelante había quedado con hambre al igual que Camilo nos comimos la ración que Aura había guardado para su madre, eso fue de pelos, mientras que diosa hacia lo mismo, la salsa se fue, el color también y nada que no se comiese se dejó de ingerir fue aquella tarde que los ánimos se sentían gozosos en el caminar no sentía cansancio, cuando me adelanto espero a la niña con quien hable para despedirme pero resulta que al llegar al pueblo habíamos tomado caminos diferentes, esa tarde me mordía la lengua por afanoso, pero el castigo lo recibí al ver que la ración de aquella madre no apareció.
Cava en mano y pies en los suelos que corrían sin decir adiós, Fue la mañana y la tarde de aquella gran travesía la que viví yo...