Antes de leer primero empieza a reproducir la música del vídeo anterior en tono bajo.
Me encontraba en coma intermedio, mi cuerpo no lo sentía, mis ojos estaban cerrados, mis labios no se movían, no sentía cosa alguna en ese mundo físico en el que vivía, tan solo escuchaba la voces de aquellos que lloraban sobre mí, a mil metros por minutos.
Mi ser era lo único que tenía, de mi cuerpo no salía, tan solo hacia fuerzas para mover mis manos pero era como sostener un peso agobiante el cual no lo resistía por mucho tiempo lo sostenía y deje que mis ojos descansaran, al no poderlos abrir más me encontraba en un lugar denso, donde solo se apreciaban ecos que de mis labios salían, ese lugar era liviano al parecer era sentirse flotando en equilibrio y paz, una serenidad que calma la angustia, pero que los sentimientos no logran reprimir, sus colores solo llevaban lo gris celeste, me encontraba en donde el tiempo no existía, donde las lágrimas no se veían, donde mi cuerpo no era pesado, tan solo era más balso que las alas de un insecto.
Temores no encontraba, alegrías no sostenía, tan solo el cansancio atardecía junto conmigo, mi alma susurraba en los entornos de aquellas suaves y fragantes esquinas, esquinas que no tenían fin, los días los sentía en el cansancio que no respondían al pensamiento de mi cuerpo, cada vez me alejaba de lograr sentir lo que sentía en aquellos momentos en que mi cuerpo me respondía; pero a mi llegaron especies de energías que me alimentaban con deseos, deseos de verme, de escucharme, de volver con ellos; mientras caminaba lograba escuchar mi corazón a lo lejos, latidos que me volvieron los recuerdos, fue allí cuando me sentía motivado a seguir caminando en la pared que me dividía con mi madre quien lloraba sentada del otro lado, tan solo la escuchaba pero ella a mí no.
Lograba gritarle que me encontraba allí, pero su angustia hacia que su mirada se callera, su deseo era volverme a ver.
Al momento ya no podía ver nada, seguía caminando pero nada escuchaba, tan solo mi corazón se apagaba, luces no veía, oscuridad tampoco, solo un mundo gris sin nada tan solo yo, en él cuando de pronto mis ojos se cerraron y caí sin sentir, escuchar o ver nada…el reposo se apodero de mí.
Del otro lado a mis padres le llegó la noticia, que jamás en la vida pensaron recibir; aquel doctor le dice a mi padre; Señor, lamento decirle que su hijo está muriendo aceleradamente, sus grados cerebrales bajaron se encuentra en 6, de bajar uno 1 más, solo uno más le tenemos que decir, que nos dé el permiso de desconectarle, aquí están los papeles;
A mi padre se le aguaron lo ojos, perdió el hablar, sus sentidos se colmaron a tristeza y melancolía, su corazón se aceleró y antes que aquel doctor diera la espalda, vio la hoja pasar suavemente ante él, observo como aquel señor caía antes sus ojos, no sentía cuerpo alguno, cayó en estado cardiorrespiratorio, aquel que paso conmigo grandes momentos de mi vida a temprana edad, caía en estado vegetativo sin fuerzas y ánimos de seguir; El doctor extendió sus brazos, lo recogió y junto con sus enfermeras fue llevado a Urgencias, donde le atendieron rápidamente pero no respondía prontamente.
Mi madre al salir de la UCI, fue avisada oportunamente de lo sucedido, las lágrimas de sus ojos eran como ríos en el invierno, su pesar era difícil de creer, ella tenía fuerzas, esperanzas pero sabía que el destino estaba arrebatándome de sus brazos, fue corriendo hasta el lugar donde se encontraba mi padre, aunque los sentimientos entre ellos dos eran reprimidos, un sentimiento por su hijo los unía, bajo aquel hombro ambos se colmaron en llantos, nada podía animar sus esperanzas, no las rechazaban pero su realidad los amortiguaba, el deseo se unió a Oraciones sinceras que de sus almas salían, Adventistas, Católicos, Evangélicos, Musulmanes y Budista, se unieron aquella causa, al igual que aquellos quienes no creían en Dios, pidieron por aquel joven a quien todos sabían que era diferente, aquella noche de lágrimas, cientos de oraciones, deseos y peticiones se colmaron en una sola.
El mundo lo quería devuelto.
Sus deseos, fueron sentidos y percibidos desde lo más profundo de la vida, en mí sentía como se multiplicaban mis fuerzas, no veía nada pero lograba presentir la pureza de quienes pedían por mí.
Fui despertando al poder apreciar aquel bello gris que paz a mi alma traía, no podía expresar lo que quería decir, tan solo hacia fuerzas para poder pronunciar una pregunta; pregunta que desde mi pensamiento se escuchaba, hasta que entrecortada logre expresarla;
Tan solo dije; Por…que, estoy Aquí…?, no se a quien se la hice, solo sé que era lo que de mí quería salir.
Prontamente a mi alma llegaron recuerdos, momentos proyectados, donde los colores y las cosas eran como antes, pensaba que yo había tenido un sueño, porque aquello que veía era tan real, como la vida misma, solo al verme a mí mismo, me di cuenta que estaba en el tiempo pasado, por mis ojos pasaron momentos que nunca recordaba, momentos que yo nunca sentía, momentos en que pareciera que había estado antes allí, fue cuando logre devolverme al día en que a mí me sucedió todo.
Yo me encontraba vestido de camisa color blanca, chaqueta café, pantalón clásico de rayas gris, cuando me llegó la noticia de un viaje al que mis amigos me invitaron fue entonces que aquella vez no logre almorzar y mi madre me advertía que no fuera, pero rete a la muerte de que nada me sucedería y desprecie aquellos dichos que mi madre decía, la abandone y tomé aquella moto blanca que semanas atrás había comprado, plácidamente me uní aquella caravana, que salía por la carretera de la muerte, donde días pasados varios habían muertos, aquella moto se mantenía deteniendo, presentía que algo me avisaba que no saliera, terco a ello decidí seguir con mis compañeros, eran 4 motos, la mía siempre fue la última, el retraso me tenía cogido de la tarde, en mitad de la carretera quede varado y un camión apareció de la nada con dirección a mí, mi moto la sostenía con un brazo mientras que segundos antes de colisionar encendió y me lanzo a un potrero, me pare y seguí mi rumbo, los amigos me habían dejado, hasta que llegue a la entrada de aquella carretera, me encontraba en controversia de seguir o devolverme pero en ese momento llego un amigo que se había devuelto por mí, fue en ese entonces que me adentre sin más decir, pero la moto me siguió fallando, el aire lo notaba pesado aún sentía que había tomado una mala decisión se presentía un acontecimiento pero no sabía que era, fue entonces donde aquella moto me dejo sin más allá y sin más acá, la dejamos en una mayoría y seguí, el compañero decidió llevarme y me embarqué en su moto, tomamos el rumbo, la carretera angosta y de peligrosas curvas se decidió avanzar a mayor velocidad por el retraso, quedaron 3 motos con un total de 7 personas, estaba al lado de una mujer joven y mi compañero, se aceleró la moto, el viento se volvió filoso se oía al aire expresarse, las llantas se calentaron y al ver que a lo lejos no venía nada, decidimos aumentar aún más la velocidad, al momento de entrar en una curva, mi compañero perdió el sentido había quedado dormido, sus ojos se cerraron, los otros pitaban y redujeron la velocidad, nosotros seguimos no sabía que sucedía pues mi mirada se enfocaba hacia atrás, al momento de señalarme…. Al momento de señalarme fue cuando de repente sabía que lo que me esperaba, a gran velocidad venía un camión mediano, en la velocidad que llevábamos nos pasamos a cera contraria, me quede en blanco… cuando tocaba a mi compañero él no lograba reaccionar porque estaba dormido, pero segundos antes de chocar veo que de sus ojos salieron lágrimas al verme, los míos se cerraron;
Se escucha un fuerte estruendo, ruido que a distancia se transportaba, aquellas tres personas salieron disparadas, la mujer a quien llevábamos cayó encima del camión, mi compañero hundió el parabrisas pues cayó sobre él, mientras yo!. Yo me fui de frente contra la defensa de aquel camión y la moto que salió disparada recayendo sobre mí, quemándome toda la espalda, sangre se vía en el aire y el suelo, llantos se oiga del miedo, muertos se veían, nadie hacia nada, nadie decía nada, todos quedaron en shock, mi compañero reacciono, la mujer también pero mi persona no, había vuelto a experimentar aquel gran dolor, todos aseguraban mi muerte, cuando horas más tarde de aquel gran paro, una camioneta se avecina, mi cuerpo fue cargado por aquella amiga de ensanchada contextura, lagrimas corrían por su cara, me mantenía en conversación pero mis sentidos estaban fallando, no lograba permanecer.
sentía que me iba porque mi cuerpo estaba pasmado y adolorido que solo en un equilibrio total sin acceso a mi cuerpo, dos horas más tarde fui llevado aquel hospital en el que casi nadie sale vivo, fui puesto al lado de los que no regresaban, sin atención alguna, no sentía nada y nadie podía ayudarme, hasta que una mujer embarazada ve al hijo de su gran amiga, sin preámbulo alguno aquella mujer sale del hospital corriendo y por las calles se escuchaban a Muerto! a Muerto, a Muerto el hijo de mi amiga, tocando la puerta y sin aire alguno llego donde mi madre y lo que hizo fue agarrarla y entre voz, se notó el decir; Amiga Tú Hijo Está Muerto; lo tienen en el hospital, aquella madre desconsolada salió corriendo, con aquellas viejas chanclas que tenía, su corazón daba latidos grandes de desespero y su ojos se marchitaban, los familiares al verla llegaban a detenerla pero ella no dejo alcanzarse fue derecho a donde tenían a su hijo, al verle discutió con aquel celador que al ver este sentimiento no le negó más la entrada, corriendo llego a él, vio a sus compañeros accidentados y en camillas, pero a su hijo lo vio en aquel lugar donde dictan medicina legal, por su pensamiento no pasaba cosa alguna solo de tristeza y desolación cuando lo agarro en sus manos escuchaba su latir, profundamente grita por su atención, familiares y amigos son avisados llegando al hospital, este fue asechado por el tumulto de personas, los enfermeros tenían pánico, no sabían que estaba sucediéndole al joven, su atención era inmediata, no lograban atenderle bien y por dentro su cuerpo desangraba, mi madre publico fotos en la red social con quien una amiga de estudio, que se puso en el camino de mí vida exhorto a la ayuda y sintió los sucesos que aquel compañero padecía, sin proceder alguno un familiar de aquella mujer accede a un hospital de mejor calidad y tercer nivel en donde se dicta una orden de traslado, que fue ocultada por dos, días, al no sostenerlo más en el hospital y verse presionados accedieron a remitirme, noche en la cual el cielo lloro y bajo su llanto un gran trueno cayó, con el cual el nervio se sintió entre los presentes.
En el camino pierdo mis sentidos, mi cuerpo agobiaba y aquí me tienen relatando lo ocurrido, la pregunta que me hice me dio a entender lo sucedido y bajo ello, el misterio ocasionado, la muerte quería llevarme porque a ella la rete, de mi Dios quise alegarme porque el mandamiento quebrante pero Él nunca me dejo solo, un ángel siempre me protegió en el camino que despojadamente tome, protegiendo la vida de mi seres y la mía también.
Los colores fueron desapareciendo y las cosas también, de aquel viaje a través del tiempo regrese al mundo sin ánimo y de soledad que me encontré.
En aquel gris de paz una sola voz escuche, diciéndome que todavía no era mi turno y que a mi familia volviera a ver, lo que para mí no fue tiempo; trece días dure en un coma convaleciente del que me veían no volver, pero al día siguiente el doctor volvió a ver que el marcador de la maquina progresivamente volvió, haciéndose favorable para aquel paciente a quien su familia dolía ver.
El gris empezó a esclarecer desde lo más distante del tiempo mi movilidad se logró ver, cuando mi madre y padre volvieron a mí, mi alma logro apoderarse de su cuerpo y ya lograba ver a ambos, lograba su escuchar, lograba sentirlos al tocarme, mis ojos se aguaron, ellos me dijeron no llores porque Dios está contigo.
9 meses después, no aparecen registros en mi piel y mente de accidente alguno, ninguna secuela o marca, solo el sentir de que con la vida nunca se juega y el aprecio a ella es sustancial pues a ella le agradecemos esos sentidos tan incambiables que tenemos.
Somos la vida que fluye por cada corriente de aire, cada suspiro que damos, cada sonido que escuchamos, cada latido que sentimos cada cosa maravillosa que vemos sin darnos cuenta…
Nunca retare el destino, dejare que el me encuentre a mí.
Historia real sucedida en Caucasia en el año 2013, al joven estudiante de ingeniería industrial Rugero Barrios.
Afirmada bajo hechos reales.
Me encontraba en coma intermedio, mi cuerpo no lo sentía, mis ojos estaban cerrados, mis labios no se movían, no sentía cosa alguna en ese mundo físico en el que vivía, tan solo escuchaba la voces de aquellos que lloraban sobre mí, a mil metros por minutos.
Mi ser era lo único que tenía, de mi cuerpo no salía, tan solo hacia fuerzas para mover mis manos pero era como sostener un peso agobiante el cual no lo resistía por mucho tiempo lo sostenía y deje que mis ojos descansaran, al no poderlos abrir más me encontraba en un lugar denso, donde solo se apreciaban ecos que de mis labios salían, ese lugar era liviano al parecer era sentirse flotando en equilibrio y paz, una serenidad que calma la angustia, pero que los sentimientos no logran reprimir, sus colores solo llevaban lo gris celeste, me encontraba en donde el tiempo no existía, donde las lágrimas no se veían, donde mi cuerpo no era pesado, tan solo era más balso que las alas de un insecto.
Temores no encontraba, alegrías no sostenía, tan solo el cansancio atardecía junto conmigo, mi alma susurraba en los entornos de aquellas suaves y fragantes esquinas, esquinas que no tenían fin, los días los sentía en el cansancio que no respondían al pensamiento de mi cuerpo, cada vez me alejaba de lograr sentir lo que sentía en aquellos momentos en que mi cuerpo me respondía; pero a mi llegaron especies de energías que me alimentaban con deseos, deseos de verme, de escucharme, de volver con ellos; mientras caminaba lograba escuchar mi corazón a lo lejos, latidos que me volvieron los recuerdos, fue allí cuando me sentía motivado a seguir caminando en la pared que me dividía con mi madre quien lloraba sentada del otro lado, tan solo la escuchaba pero ella a mí no.
Lograba gritarle que me encontraba allí, pero su angustia hacia que su mirada se callera, su deseo era volverme a ver.
Al momento ya no podía ver nada, seguía caminando pero nada escuchaba, tan solo mi corazón se apagaba, luces no veía, oscuridad tampoco, solo un mundo gris sin nada tan solo yo, en él cuando de pronto mis ojos se cerraron y caí sin sentir, escuchar o ver nada…el reposo se apodero de mí.
Del otro lado a mis padres le llegó la noticia, que jamás en la vida pensaron recibir; aquel doctor le dice a mi padre; Señor, lamento decirle que su hijo está muriendo aceleradamente, sus grados cerebrales bajaron se encuentra en 6, de bajar uno 1 más, solo uno más le tenemos que decir, que nos dé el permiso de desconectarle, aquí están los papeles;
A mi padre se le aguaron lo ojos, perdió el hablar, sus sentidos se colmaron a tristeza y melancolía, su corazón se aceleró y antes que aquel doctor diera la espalda, vio la hoja pasar suavemente ante él, observo como aquel señor caía antes sus ojos, no sentía cuerpo alguno, cayó en estado cardiorrespiratorio, aquel que paso conmigo grandes momentos de mi vida a temprana edad, caía en estado vegetativo sin fuerzas y ánimos de seguir; El doctor extendió sus brazos, lo recogió y junto con sus enfermeras fue llevado a Urgencias, donde le atendieron rápidamente pero no respondía prontamente.
Mi madre al salir de la UCI, fue avisada oportunamente de lo sucedido, las lágrimas de sus ojos eran como ríos en el invierno, su pesar era difícil de creer, ella tenía fuerzas, esperanzas pero sabía que el destino estaba arrebatándome de sus brazos, fue corriendo hasta el lugar donde se encontraba mi padre, aunque los sentimientos entre ellos dos eran reprimidos, un sentimiento por su hijo los unía, bajo aquel hombro ambos se colmaron en llantos, nada podía animar sus esperanzas, no las rechazaban pero su realidad los amortiguaba, el deseo se unió a Oraciones sinceras que de sus almas salían, Adventistas, Católicos, Evangélicos, Musulmanes y Budista, se unieron aquella causa, al igual que aquellos quienes no creían en Dios, pidieron por aquel joven a quien todos sabían que era diferente, aquella noche de lágrimas, cientos de oraciones, deseos y peticiones se colmaron en una sola.
El mundo lo quería devuelto.
Sus deseos, fueron sentidos y percibidos desde lo más profundo de la vida, en mí sentía como se multiplicaban mis fuerzas, no veía nada pero lograba presentir la pureza de quienes pedían por mí.
Fui despertando al poder apreciar aquel bello gris que paz a mi alma traía, no podía expresar lo que quería decir, tan solo hacia fuerzas para poder pronunciar una pregunta; pregunta que desde mi pensamiento se escuchaba, hasta que entrecortada logre expresarla;
Tan solo dije; Por…que, estoy Aquí…?, no se a quien se la hice, solo sé que era lo que de mí quería salir.
Prontamente a mi alma llegaron recuerdos, momentos proyectados, donde los colores y las cosas eran como antes, pensaba que yo había tenido un sueño, porque aquello que veía era tan real, como la vida misma, solo al verme a mí mismo, me di cuenta que estaba en el tiempo pasado, por mis ojos pasaron momentos que nunca recordaba, momentos que yo nunca sentía, momentos en que pareciera que había estado antes allí, fue cuando logre devolverme al día en que a mí me sucedió todo.
Yo me encontraba vestido de camisa color blanca, chaqueta café, pantalón clásico de rayas gris, cuando me llegó la noticia de un viaje al que mis amigos me invitaron fue entonces que aquella vez no logre almorzar y mi madre me advertía que no fuera, pero rete a la muerte de que nada me sucedería y desprecie aquellos dichos que mi madre decía, la abandone y tomé aquella moto blanca que semanas atrás había comprado, plácidamente me uní aquella caravana, que salía por la carretera de la muerte, donde días pasados varios habían muertos, aquella moto se mantenía deteniendo, presentía que algo me avisaba que no saliera, terco a ello decidí seguir con mis compañeros, eran 4 motos, la mía siempre fue la última, el retraso me tenía cogido de la tarde, en mitad de la carretera quede varado y un camión apareció de la nada con dirección a mí, mi moto la sostenía con un brazo mientras que segundos antes de colisionar encendió y me lanzo a un potrero, me pare y seguí mi rumbo, los amigos me habían dejado, hasta que llegue a la entrada de aquella carretera, me encontraba en controversia de seguir o devolverme pero en ese momento llego un amigo que se había devuelto por mí, fue en ese entonces que me adentre sin más decir, pero la moto me siguió fallando, el aire lo notaba pesado aún sentía que había tomado una mala decisión se presentía un acontecimiento pero no sabía que era, fue entonces donde aquella moto me dejo sin más allá y sin más acá, la dejamos en una mayoría y seguí, el compañero decidió llevarme y me embarqué en su moto, tomamos el rumbo, la carretera angosta y de peligrosas curvas se decidió avanzar a mayor velocidad por el retraso, quedaron 3 motos con un total de 7 personas, estaba al lado de una mujer joven y mi compañero, se aceleró la moto, el viento se volvió filoso se oía al aire expresarse, las llantas se calentaron y al ver que a lo lejos no venía nada, decidimos aumentar aún más la velocidad, al momento de entrar en una curva, mi compañero perdió el sentido había quedado dormido, sus ojos se cerraron, los otros pitaban y redujeron la velocidad, nosotros seguimos no sabía que sucedía pues mi mirada se enfocaba hacia atrás, al momento de señalarme…. Al momento de señalarme fue cuando de repente sabía que lo que me esperaba, a gran velocidad venía un camión mediano, en la velocidad que llevábamos nos pasamos a cera contraria, me quede en blanco… cuando tocaba a mi compañero él no lograba reaccionar porque estaba dormido, pero segundos antes de chocar veo que de sus ojos salieron lágrimas al verme, los míos se cerraron;
Se escucha un fuerte estruendo, ruido que a distancia se transportaba, aquellas tres personas salieron disparadas, la mujer a quien llevábamos cayó encima del camión, mi compañero hundió el parabrisas pues cayó sobre él, mientras yo!. Yo me fui de frente contra la defensa de aquel camión y la moto que salió disparada recayendo sobre mí, quemándome toda la espalda, sangre se vía en el aire y el suelo, llantos se oiga del miedo, muertos se veían, nadie hacia nada, nadie decía nada, todos quedaron en shock, mi compañero reacciono, la mujer también pero mi persona no, había vuelto a experimentar aquel gran dolor, todos aseguraban mi muerte, cuando horas más tarde de aquel gran paro, una camioneta se avecina, mi cuerpo fue cargado por aquella amiga de ensanchada contextura, lagrimas corrían por su cara, me mantenía en conversación pero mis sentidos estaban fallando, no lograba permanecer.
sentía que me iba porque mi cuerpo estaba pasmado y adolorido que solo en un equilibrio total sin acceso a mi cuerpo, dos horas más tarde fui llevado aquel hospital en el que casi nadie sale vivo, fui puesto al lado de los que no regresaban, sin atención alguna, no sentía nada y nadie podía ayudarme, hasta que una mujer embarazada ve al hijo de su gran amiga, sin preámbulo alguno aquella mujer sale del hospital corriendo y por las calles se escuchaban a Muerto! a Muerto, a Muerto el hijo de mi amiga, tocando la puerta y sin aire alguno llego donde mi madre y lo que hizo fue agarrarla y entre voz, se notó el decir; Amiga Tú Hijo Está Muerto; lo tienen en el hospital, aquella madre desconsolada salió corriendo, con aquellas viejas chanclas que tenía, su corazón daba latidos grandes de desespero y su ojos se marchitaban, los familiares al verla llegaban a detenerla pero ella no dejo alcanzarse fue derecho a donde tenían a su hijo, al verle discutió con aquel celador que al ver este sentimiento no le negó más la entrada, corriendo llego a él, vio a sus compañeros accidentados y en camillas, pero a su hijo lo vio en aquel lugar donde dictan medicina legal, por su pensamiento no pasaba cosa alguna solo de tristeza y desolación cuando lo agarro en sus manos escuchaba su latir, profundamente grita por su atención, familiares y amigos son avisados llegando al hospital, este fue asechado por el tumulto de personas, los enfermeros tenían pánico, no sabían que estaba sucediéndole al joven, su atención era inmediata, no lograban atenderle bien y por dentro su cuerpo desangraba, mi madre publico fotos en la red social con quien una amiga de estudio, que se puso en el camino de mí vida exhorto a la ayuda y sintió los sucesos que aquel compañero padecía, sin proceder alguno un familiar de aquella mujer accede a un hospital de mejor calidad y tercer nivel en donde se dicta una orden de traslado, que fue ocultada por dos, días, al no sostenerlo más en el hospital y verse presionados accedieron a remitirme, noche en la cual el cielo lloro y bajo su llanto un gran trueno cayó, con el cual el nervio se sintió entre los presentes.
En el camino pierdo mis sentidos, mi cuerpo agobiaba y aquí me tienen relatando lo ocurrido, la pregunta que me hice me dio a entender lo sucedido y bajo ello, el misterio ocasionado, la muerte quería llevarme porque a ella la rete, de mi Dios quise alegarme porque el mandamiento quebrante pero Él nunca me dejo solo, un ángel siempre me protegió en el camino que despojadamente tome, protegiendo la vida de mi seres y la mía también.
Los colores fueron desapareciendo y las cosas también, de aquel viaje a través del tiempo regrese al mundo sin ánimo y de soledad que me encontré.
En aquel gris de paz una sola voz escuche, diciéndome que todavía no era mi turno y que a mi familia volviera a ver, lo que para mí no fue tiempo; trece días dure en un coma convaleciente del que me veían no volver, pero al día siguiente el doctor volvió a ver que el marcador de la maquina progresivamente volvió, haciéndose favorable para aquel paciente a quien su familia dolía ver.
El gris empezó a esclarecer desde lo más distante del tiempo mi movilidad se logró ver, cuando mi madre y padre volvieron a mí, mi alma logro apoderarse de su cuerpo y ya lograba ver a ambos, lograba su escuchar, lograba sentirlos al tocarme, mis ojos se aguaron, ellos me dijeron no llores porque Dios está contigo.
9 meses después, no aparecen registros en mi piel y mente de accidente alguno, ninguna secuela o marca, solo el sentir de que con la vida nunca se juega y el aprecio a ella es sustancial pues a ella le agradecemos esos sentidos tan incambiables que tenemos.
Somos la vida que fluye por cada corriente de aire, cada suspiro que damos, cada sonido que escuchamos, cada latido que sentimos cada cosa maravillosa que vemos sin darnos cuenta…
Nunca retare el destino, dejare que el me encuentre a mí.
Historia real sucedida en Caucasia en el año 2013, al joven estudiante de ingeniería industrial Rugero Barrios.
Afirmada bajo hechos reales.